EL
MUNDO
10 octubre
2016
Sara Montero
"¿Por qué queremos borrar la huella de la maternidad?",
se pregunta Gi Soroka al
otro lado del teléfono. No se refiere a lo sentimental, sino a lo puramente físico:
estrías que desaparecen con el Photoshop, las fajas
que eliminan la barriga colgante de los primeros días del posparto o los
bañadores que sustituyen a los biquinis para tapar la cicatriz de una cesárea.
Para
reivindicar como un orgullo y no como una vergüenza estas "heridas de
guerra" que quedan tras dar a luz, esta 'blogger'
y 'Social Media Strategist' creó junto a
El objetivo
de este proyecto es darles a las madres una visión más realista del posparto.
Si la recuperación 'exprés' de 'celebrities'
como Malena Costa o Sara Carbonero levanta todo tipo de comentarios, Soroka y Pellicer proponen el modelo contrario: el de las mujeres
que aceptan que su cuerpo nunca será el mismo, aunque esto suponga llevarle la
contraria a una sociedad obsesionada con congelar el cuerpo inmaculado de la
juventud.
"Después
de tener a mi primera hija en 2012 comprobé en mis propias carnes que no iba a
ser fácil volver a mi cuerpo anterior, por mucho empeño que le puse durante
meses. Fue entonces cuando empecé a dedicarme profesionalmente a la fotografía
y, poco a poco, hablando con las mamás durante las sesiones, empecé a ver cómo
la mayoría de nosotras nos encontrábamos en el mismo punto. El cuerpo había
cambiado, no solamente de peso, sino su fisionomía: pechos grandes, estrías,
cicatrices, extirpaciones de útero... Y en ese momento fue cuando vi que todas estábamos en el mismo barco, no volveríamos a
ser las de antes. Entonces pensé en empezar a fotografiar sus cuerpos",
cuenta Pellicer. Durante esa época conoció a Soroka,
que gestionaba el blog 'Para el Bebé'. Fotografió su parto y acordaron buscar
más madres que quisieran participar en el proyecto hasta formar "la tribu postpartum".
A pesar
de lo que pudiera parecer a priori, la propuesta tuvo buena acogida y varias
madres se animaron a posar desnudas: "Fue increíble ver cómo cada mamá a
quién se lo proponía afirmaba con ilusión. Allí vi
cómo realmente empezaba a coger forma, que Gi y yo no
estábamos locas ni solas en esto. Que muchas de ellas lo sentían igual y
querían participar para empezar este movimiento de normalización del cuerpo
después de tener hijos", recuerda la fotógrafa. Para ella, esta aceptación
del físico no tiene nada que ver con estar más o menos delgada, hacer ejercicio
o ponerse a dieta, sino con afrontar cada cambio con la autoestima alta:
"Te aseguro que cuando se trata de un cuerpo 60% estriado o una cicatriz
de cesárea que duele o molesta o una extirpación de útero no es tan trivial
como parece desde fuera".
La tribu
Internet
se ha convertido en la gran fuente de respuestas a la que muchas madres acuden
para descifrar las dudas más instantáneas o las que no se atreven a consultar a
su médico. El objetivo de formar este grupo también era crear un espacio de
confianza donde las mujeres pudieran resolver sus dudas íntimas recuperando el
contacto con otras madres en su mima situación. "Quisimos crear una tribu
'postpartum', un lugar donde las madres puedan hablar
de sus marcas de guerra, lo que les ocurre con su cuerpo, cómo se sienten y
poder relacionarnos entre todas. Hay muchas cosas que te encuentras después de
parir y te preguntas por qué no has leído nada sobre eso. No puedes comunicarte
solo a través de internet o las revistas
especializadas", explica Soroka.
Para
esta 'blogger', la razón de que algunas madres se
obsesionen (con la consecuente bajada de autoestima) por recuperar su cuerpo
tiene su raíz en los estereotipos de género: "Las imágenes que usan los
medios y la publicidad son siempre cuerpos que sean más fáciles de vender y de
consumir. Parece que el cuerpo de las mujeres siempre tiene que ser joven,
incluso con actos como depilarse el pubis para ser niñas eternas. Cuando somos
madres la función de nuestro cuerpo no es gustar".
Soroka y Pellicer
no están en contra de aquellas que deciden mantener rigurosas dietas para
recuperar la figura o comienzan a hacer ejercicio cuanto antes, pero advierten
de que la finalidad "nunca debe ser la báscula, sino sentirte bien con
todo lo que hagas". También hablan de cómo la maternidad ayuda a muchas
mujeres a derribar complejos y las prioridades cambian de un plumazo: "Las
primeras semanas de maternidad requieren recogimiento, encontrarnos con nuestro
hijo o hija, acomodarnos a la nueva situación... de todo menos como luce
nuestro cuerpo", matiza.
Tras el
éxito de este primer proyecto, han decidido ampliarlo para profundizar en otras
huellas hondas que deja la maternidad: 'Mujeres sin útero' es el título de su
próximo reto.